La resolución de la Corte Suprema de Brasil de negarle el habeas corpus a Lula da Silva ya hizo sentir en el mercado de bonos emergentes: sus bonos soberanos ganaron atractivo y desplazaron el interés de inversores internacionales, pero también de inversores argentinos.
"Con Lula fuera de la escena polÃtica, perspectivas de crecimiento, inflación bajo control y ya hecho el ajuste de las cuentas externas, los activos brasileños están tentadores", opinó Federico Furiase, director de la consultora Eco Go, aunque a principio de año el rendimiento de los bonos fuera más atractivo.
"La mayor volatilidad en los mercados globales por la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la expectativa de suba de tasas de la Fed que arrastraron al equity brasileño durante el último mes, puede configurar un buen punto de entrada para los activos brasileños. Sobre todo teniendo en cuenta que los bonos brasileños soberanos están exentos de ganancias", acotó Furiase.
Brasil no es el único destino emergente que gana atractivo frente a Argentina, que tras la colocación de 9.000 millones de dólares que hizo el ministro Caputo en enero (con tasas que iban de 4,625% a 5 años a 6,95% a 30 años) saturó el mercado. Semanas atrás fue Egipto quien -con la misma calificación y luego de la suba de la tasa internacional- colocó 3.000 millones de dólares con tasas desde los 5,58% a 5 años a 7,9% a 30 años. Esta colocación también cautivó a buena parte de los inversores internacionales y desinfló el precio de los bonos argentinos, en especial el del papel a 100 años.
LPO consultó a un analista de mercados emergentes de Wall Street quien explicó que el interés por los tÃtulos soberanos argentinos no se desplazó necesariamente a otros tÃtulos sino que se retiró defraudado: "Es difÃcil saber a dónde se fue, pero seguro se fue. DifÃcilmente por mérito de Brasil o Egipto, si no por culpa de Argentina. La deuda emitida en enero fue muy grande, entonces no es solo una cuestión de falta de demanda sino que hay un tema de oferta de bonos".
Y en materia de endeudamiento en pesos, el especialista consideró que: "Fue un desastre el sell off del peso post cambio de metas y bajas de tasas. Y el Banco Central tardó mucho en atajarlo. Es decir que nada ayuda mucho en el corto plazo".
Por su parte, el analista de la consultora Elypsis, Santiago Dymensztein, explicó a LPO que: "En términos generales, el mayor riesgo argentino responde a una mayor vulnerabilidad de la economÃa local. Si bien los mercados vienen comprando la historia de estabilización macroeconómica de Argentina, el proceso es gradual y en el medio todavÃa el grado de exposición es elevado: el déficit fiscal es alto; el de cuenta corriente, también y, además, es esperable que continúe asà durante algunos años; mientras que el proceso de desinflación avanza más lento que lo esperado por el Gobierno; y recién ahora -y por primera vez desde 2011- se observan dos años consecutivos de crecimiento".
"En la comparación con Brasil, por ejemplo, se observa una economÃa que ya está saliendo de la peor crisis de su historia, ya devaluó su moneda, corrigió el déficit de cuenta corriente y, si bien fiscalmente todavÃa tiene desafÃos hacia adelante (fundamentalmente la reforma de seguridad social), en el corto plazo es esperable que mejore su resultado fiscal gracias a una menor carga de los intereses atado a la Selic. Además, a diferencia de Argentina, su inflación está por debajo del piso de la meta. En resumidas cuentas: por un lado, ese diferencial en el atractivo de los bonos argentinos y brasileños responde a que los fundamental de Brasil son más sólidos; y, por otro lado, a que Argentina está colocando mucha deuda en los mercados internacionales desde 2016", agregó el economista.
De cara al futuro, en el mercado se dividen las opiniones: por un lado están los que consideran que con los fundamentals económicos más ordenados, el hecho de que se despeje el riesgo polÃtico del regreso de Lula a la presidencia da margen para que el mercado de tÃtulos públicos y privados siga creciendo. En efecto, desde San Pablo aseguraron a LPO que: "La proyección para el Ãndice Bovespa es regresar a los 90.000 puntos, cuando ahora se ubica en los 84.820 puntos. Aunque aún Lula no se entrega, acá es una fiesta".
Sin embargo, para los inversores argentinos recomiendan ser más cautelosos ya que las acciones en el Merval asociadas al riesgo brasileño como el papel de Petroleo Brasileiro ya recuperó bastante entre diciembre y enero y lleva dos meses sin una tendencia clara al alza.
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